Cherry Adair Lecciones De Seduccion

Odnośniki

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tendr� que abrirme paso con un machete.
Est� instal�ndose apuntó Nick mientras levantaba su cerveza para beber .
Tambi�n ha comprado antig�edades. En tres semanas ha cambiado la casa. Plantas,
muebles, almohadas, candelabros. Cosas de mujeres. Si no la conociera, pero& �Qu�
diablos! Nunca hemos vivido con una mujer. �Cómo podr�a saber qu� significa? Por
cierto, si no lo he mencionado antes, quiero que sepas que Cat saldr� conmigo la
semana próxima.
�Contigo? dijo y sus dientes rechinaron . �Desde cu�ndo ten�is esa clase
de relación Cat y t�?
Una relación Nick saboreó la palabra con delectación . Me gusta cómo
suena.
No, no te gusta bajó los pies de la barandilla . Al�jate de Cat. No es tan
sofisticada como las mujeres a las que estamos acostumbrados. No conoce las reglas.
Podr�a encandilarse con tus chorradas y eso le romper�a el corazón.
No voy a jugar con sus sentimientos dijo Nick . Puedes creerme.
No me f�o de ti. �Y te importar�a dejar de llamarla �Catherine� de ese modo?
�De qu� modo? Catherine es su nombre.
Ser� mejor que la trates como siempre lo has hecho la mand�bula de Luke
dol�a a causa de la tensión . Igual que una hermana peque�a. Ella conf�a en ti, as�
que compórtate como es debido.
El silencio solo fue interrumpido por la sirena. Un perro ladró. Un coche
derrapó al torcer en la esquina de la calle.
�Por qu� no la has sacado nunca a dar una vuelta? preguntó Nick.
�Yo? No hago otra cosa todo el santo d�a.
No me refer�a al trabajo en la casa, animal. Quiero decir que nunca os hab�is
citado como Dios manda.
Luke aplastó en su mano la lata de cerveza vac�a y la tiró dentro de la caja de la
pizza.
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Cherry Adair Lecciones de seducción
Eso no ser�a una buena idea se limitó a decir.
Dos d�as m�s tarde, Luke no dejaba de pensar en la propuesta de Nick. �Qu�
podr�a pasar si la llevaba a cenar? Viv�an juntos. Eran amigos y no hab�a nada de
malo en invitar a un amigo al cine o a un partido. Pero se le ocurr�an muchas razones
para no hacerlo. Hab�a hecho una promesa a su padre, a Cat y a s� mismo. Y la lujuria
contenida que lo consum�a no ayudaba. Si ten�an una cita oficial, Luke podr�a pensar
que exist�a la posibilidad de ir m�s lejos. Pero se trataba de Cat y de su nueva vida. Y
ella ten�a que conseguir lo que deseaba y lo que se merec�a.
El estudio de arquitectura de Van Buren y Stratton estaba situado en un
magn�fico edificio victoriano de estilo italiano construido en 1860. Ellos mismos lo
hab�an adquirido y rehabilitado como prueba de su capacidad. Hab�a recuerdos en
cada rincón de esa casa para Catherine. Hab�a una foto de los tres en el despacho de
Luke que recordaba el d�a de la inauguración. Cat se sent�a orgullosa de que, gracias
a su talento para manejar el dinero, Luke y Nick hubieran podido hacer frente a la
compra de la casa. Hab�an pasado cinco a�os. Ella hab�a iniciado su andadura en el
mundo de la Bolsa y, pese a los nervios del principio, hab�a podido salir adelante.
Nunca hab�a perdido dinero en sus operaciones.
Ella y Nick se sentaron en el vest�bulo de recepción. Antiguamente hab�a sido
un salón de belleza para se�oritas. Cat hab�a comprado una alfombra persa para el
suelo junto a Luke y hab�a encontrado el sof� r�stico en una almoneda junto a Nick.
Quiero que Luke me vea como algo m�s que la chica que logra que sus
calcetines desaparezcan por arte de magia dijo Cat.
A no ser que haya perdido la visión, no entiendo cómo es posible que no vea
algo tan evidente reconoció Nick con la mirada baja.
Catherine se hab�a dejado caer por el trabajo para preguntarle a Luke si pod�a
llevarla a comer algo antes de que fuera de compras. Pero Luke hab�a salido. Nick le
hab�a asegurado que no tardar�a en llegar. Ser�a una oportunidad perfecta para jugar
sus cartas. Nick dejó sobre la recepción un montón de expedientes. Cat se estremeció.
�Qu� est�s buscando?
Las pujas por la casa de la familia Stockton.
Est� en el cuarto de archivos, dentro del armario azul dijo Cat.
�En serio? �Cómo sabes t� todo eso?
Todos los expedientes por pujas se archivan ah�. Nick, �podr�as estar quieto
un segundo? suplicó Cat.
Cat se hab�a bronceado ligeramente en los �ltimos d�as y su generoso escote
daba buena prueba de ello. Se estiró la falda hasta las rodillas. Hab�a colgado la
chaqueta de lino en el respaldo de una silla. [ Pobierz całość w formacie PDF ]

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