Odnośniki
- Index
- Misiuna Odrodzenie magii
- Alvin i He
- Green, Sharon Brat 2 Queen Brat
- 076. Palmer Diana Zbuntowana kochanka
- Lawyers in Love 4 Winning Appeal Silber N.M
- Darcy_Emma_ _Mroczna_sp悜‚ćąĂ˘Â€Ĺźcizna
- The Art of Speaking and Writing an English Language
- Stoker, Bram L'enterrement Des Rats & Autres Nouvelles
- Sikorska Anna ZśÂ‚e zamiary to nie wszystko
- Grzesiuk Stanislaw Na marginesie śźycia
- zanotowane.pl
- doc.pisz.pl
- pdf.pisz.pl
- numervin.keep.pl
[ Pobierz całość w formacie PDF ]
559. ¿Cómo va a acoger Jerusalén a su Mesías? Jesús rehuyó siempre las tentativas populares de
hacerle rey (cf Jn 6, 15), pero elige el momento y prepara los detalles de su entrada mesiánica en la
ciudad de "David, su padre" (Lc 1, 32; cf Mt 21, 1-11). Es aclamado como hijo de David, el que trae la
salvación ("Hosanna" quiere decir "¡sálvanos!", "¡Danos la salvación!"). Pues bien, el "Rey de la
Gloria" (Sal 24, 7-10) entra en su ciudad "montado en un asno" (Za 9, 9): no conquista a la hija de
Sión, figura de su Iglesia, ni por la astucia ni por la violencia, sino por la humildad que da testimonio
de la Verdad (cf Jn 18, 37). Por eso los súbditos de su Reino, aquel día fueron los niños (cf Mt 21, 15-
16; Sal 8, 3) y los "pobres de Dios", que le aclamaban como los ángeles lo anunciaron a los pastores
(cf Lc 19, 38; 2, 14). Su aclamación, "Bendito el que viene en el nombre del Señor" (Sal 118, 26), ha
sido recogida por la Iglesia en el "Sanctus" de la liturgia eucarística para introducir al memorial de la
Pascua del Señor.
560. La entrada de Jesús en Jerusalén manifiesta la venida del Reino que el Rey-Mesías llevará a cabo
mediante la Pascua de su Muerte y de su Resurrección. Con su celebración, el domingo de Ramos, la
liturgia de la Iglesia abre la Semana Santa.
RESUMEN
561. "La vida entera de Cristo fue una continua enseñanza: su silencio, sus milagros, sus gestos, su
oración, su amor al hombre, su predilección por los pequeños y los pobres, la aceptación total del
sacrificio en la cruz por la salvación del mundo, su resurrección, son la actuación de su palabra y el
cumplimiento de la revelación" (CT 9).
562. Los discípulos de Cristo deben asemejarse a él hasta que él crezca y se forme en ellos (cf Ga 4,
19). "Por eso somos integrados en los misterios de su vida: con él estamos identificados, muertos y
resucitados hasta que reinemos con él" (LG 7).
563. Pastor o mago, nadie puede alcanzar a Dios aquí abajo sino arrodillándose ante el pesebre de
Belén y adorando a Dios escondido en la debilidad de un niño.
564. Por su sumisión a María y a José, así como por su humilde trabajo durante largos años en
Nazaret, Jesús nos da el ejemplo de la santidad en la vida cotidiana de la familia y del trabajo.
565. Desde el comienzo de su vida pública, en su bautismo, Jesús es el "Siervo" enteramente
consagrado a la obra redentora que llevará a cabo en el "bautismo" de su pasión.
566. La tentación en el desierto muestra a Jesús, humilde Mesías que triunfa de Satanás mediante su
total adhesión al designio de salvación querido por el Padre.
567. El Reino de los cielos ha sido inaugurado en la tierra por Cristo. "Se manifiesta a los hombres en
las palabras, en las obras y en la presencia de Cristo" (LG 5). La Iglesia es el germen y el comienzo
de este Reino. Sus llaves son confiadas a Pedro.
568. La Transfiguración de Cristo tiene por finalidad fortalecer la fe de los apóstoles ante la
proximidad de la Pasión: la subida a un "monte alto" prepara la subida al Calvario. Cristo, Cabeza
de la Iglesia, manifiesta lo que su cuerpo contiene e irradia en los sacramentos: "la esperanza de la
gloria" (Col 1, 27) (cf S. León Magno, serm. 51, 3).
569. Jesús ha subido voluntariamente a Jerusalén sabiendo perfectamente que allí moriría de muerte
violenta a causa de la contradicción de los pecadores (cf Hb 12, 3).
570. La entrada de Jesús en Jerusalén manifiesta la venida del Reino que el Rey-Mesías, recibido en
su ciudad por los niños y por los humildes de corazón, va a llevar a cabo por la Pascua de su Muerte y
de su Resurrección.
Artículo 4.- "JESUCRISTO PADECIO BAJO EL PODER DE PONCIO PILATO, FUE
CRUCIFICADO, MUERTO Y SEPULTADO"
571. El Misterio pascual de la Cruz y de la Resurrección de Cristo está en el centro de la Buena Nueva
que los apóstoles, y la Iglesia a continuación de ellos, deben anunciar al mundo. El designio salvador
de Dios se ha cumplido de "una vez por todas" (Hb 9, 26) por la muerte redentora de su Hijo
Jesucristo.
572. La Iglesia permanece fiel a "la interpretación de todas las Escrituras" dada por Jesús mismo, tanto
antes como después de su Pascua ¿No era necesario que Cristo padeciera eso y entrara así en su
gloria?" (Lc 24, 26-27.44-45). Los padecimientos de Jesús han tomado una forma histórica concreta
por el hecho de haber sido "reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas" (Mc 8,
31), que lo "entregaron a los gentiles, para burlarse de él, azotarle y crucificarle" (Mt 20, 19).
573. Por lo tanto, la fe puede escrutar las circunstancias de la muerte de Jesús, que han sido
transmitidas fielmente por los Evangelios (cf DV 19) e iluminadas por otras fuentes históricas, a fin de
comprender mejor el sentido de la Redención.
Párrafo 1: JESUS E ISRAEL
574. Desde los comienzos del ministerio público de Jesús, fariseos y partidarios de Herodes, junto con
sacerdotes y escribas, se pusieron de acuerdo para perderle (cf Mc 3, 6). Por algunas de sus obras
(expulsión de demonios, cf Mt 12, 24; perdón de los pecados, cf Mc 2, 7; curaciones en sábado, cf Mc
3, 1-6; interpretación original de los preceptos de pureza de la Ley, cf Mc 7, 14-23; familiaridad con
los publicanos y los pecadores públicos, cf Mc 2, 14-17), Jesús apareció a algunos malintencionados
sospechoso de posesión diabólica (cf Mc 3, 22; Jn 8, 48; 10, 20). Se le acusa de blasfemo (cf Mc 2, 7;
Jn 5, 18; 10, 33) y de falso profetismo (cf Jn 7, 12; 7, 52), crímenes religiosos que la Ley castigaba con
pena de muerte a pedradas (cf Jn 8, 59; 10, 31).
575. Muchas de las obras y de las palabras de Jesús han sido, pues, un "signo de contradicción" (Lc 2,
34) para las autoridades religiosas de Jerusalén, aquéllas a las que el evangelio de S. Juan denomina
con frecuencia "los judíos" (cf Jn 1, 19; 2, 18; 5, 10; 7, 13; 9, 22; 18, 12; 19, 38; 20, 19), más incluso
que a la generalidad del pueblo de Dios (cf Jn 7, 48 49). Ciertamente, sus relaciones con los fariseos no
fueron solamente polémicas. Fueron unos fariseos los que le previnieron del peligro que corría (cf Lc
13, 31). Jesús alaba a alguno de ellos como al escriba de Mc 12, 34 y come varias veces en casa de
fariseos (cf Lc 7, 36; 14, 1). Jesús confirma doctrinas sostenidas por esta élite religiosa del pueblo de
Dios: la resurrección de los muertos (cf Mt 22, 23-34; Lc 20, 39), las formas de piedad (limosna, ayuno
[ Pobierz całość w formacie PDF ]